Como Oficina Técnica, distinguimos tres partes esenciales que deben trabajar en perfecta sincronización.
La primera parte está formada por los profesionales que desarrollan la parte más técnica e innovadora de los proyectos. Este equipo es responsable de comunicarse con los clientes para obtener toda la información necesaria y definir al máximo las soluciones que garantizarán su máxima satisfacción. Además, lideran la dirección de los trabajos en las empresas, realizando las comprobaciones y mediciones imprescindibles para alcanzar la perfección y rentabilidad del proyecto.
En paralelo, dentro de la oficina técnica se llevan a cabo las gestiones administrativas. Esta parte se dedica a negociar con el cliente un precio razonable mediante presupuestos personalizados, formalizar contratos y controlar los costos asociados. Es esencial que esta función esté en armonía con el trabajo técnico para garantizar que las expectativas del cliente coincidan con la ejecución del proyecto.
Finalmente, la dirección de la empresa supervisa el conjunto del proceso para asegurarse de que todo funcione a la perfección. Esta área vela por el correcto funcionamiento del equipo, confiando en su capacidad y conocimiento de la empresa. En algunos casos, la dirección también se responsabiliza de la parte comercial, aportando su experiencia en el funcionamiento global de la empresa.
Algunas de las principales tareas que realizamos en la oficina técnica son: